en tus huellas dactilares el silencio habita

en este espacio quiero compartir con todos mis creaciones literarias, que me vienen acompañado varios años

jueves, 9 de abril de 2009

Sobre la curiosidad

A causa de mis dificultades y limitaciones físicas, además de mis frustraciones internas, siempre me he sentido retrasado en la carrera de la vida. Mientras los demás podían correr, yo caminaba con mucha lentitud. Cuando todos ya habían terminado, yo aún estaba a mitad de las tareas.

Por razones que son perfectamente comprensibles, muchos de quienes me ayudaron a recuperar algunas de las habilidades que había perdido me transmitieron, de manera completamente inconciente, la siguiente idea: “la vida es una carrera (una competencia) y yo estaba con retraso en ella”. De modo que debía trabajar duro (y ellos lo hicieron también conmigo) para que pueda recuperar posiciones en ella y pueda tener algunos éxitos. Así, aprendí a leer con retrazo, pero aprendí. Y aunque mi primera novela completa la leí recién a los 18 años, lo hice. Después de tres intentos logré ingresar a la universidad, y después de un tiempo pude terminar una “carrera”. La idea era vencer los obstáculos para no quedarse atrás en la vida.

No quiero decir en absoluto que todos esos esfuerzos no hayan sido muy valiosos y de gran ayuda para mí. No encuentro nada de malo en ese apoyo. Todo lo contrario, lo agradezco profundamente. Lo malo se encuentra en esa creencia inconciente que decía “la vida es una carrera; tienes que recuperar el tiempo perdido y correr, si quieres tener éxito en ella”.

Esa idea dio vueltas por mi cabeza durante demasiado tiempo y me causaba gran sufrimiento y frustración, ya que no podía alcanzar los logros que mis amigos de colegio y universidad habían obtenido. En la comparación siempre me encontraba perdiendo abrumadoramente y no me ayudaba el que me trataran de convencer de que mi inteligencia era alta… pero lenta.

Gracias a que a lo largo de los años pude entrar en contacto con personas que me dieron algunas luces, logré acoger la idea de que era una persona única (como todo el mundo lo es) y que si podía compararme con alguien, era conmigo mismo, es decir, ver qué cosas había hecho los años anteriores y contrastar eso con lo que estaba haciendo ahora. Adquirí con ello un sentido de subjetividad, es decir, comencé a sentirme un sujeto único, con mis particularidades, y que no estaba ni en competencia ni en exhibición.

Hace unos meses leyendo un libro maravilloso de Amartya Sen sobre la India contemporánea encontré la formulación más clara de lo que estaba viviendo. En él Sen menciona algunos de los objetivos de la escuela en la que se formó de niño en la India. Dicha escuela había sido fundada por Tagore y tenía entre sus metas no fomentar la búsqueda del éxito sino fomentar la curiosidad. La exigencia del éxito (en la competencia) es fuente de grandes frustraciones y bloqueos en la vida de las personas. Ella nos inserta en una carrera que conduce a una meta que tal vez no deseamos y con la que no estamos comprometidos de manera vital. El fomento de la curiosidad es fuente de la creatividad y de la creación de nosotros mismos. Abrimos así nuestro propio camino, completamente subjetivo, aquél con el que estamos comprometidos plenamente, con toda nuestra vida. Nos respetamos a nosotros mismos y no nos exigimos ser lo que ni queremos ni podemos ser.

Lamentablemente la educación en el Perú está orientada hacia el modelo de la competencia en el mercado. Incluso me he encontrado diciéndoles a mis alumnos que en eso están, y por ello tienen que estudiar más, de lo contrario quedarían rezagados. Les pido a mis alumnos y alumnas disculpas por esas palabras, que no pueden ser más que un despropósito. Ciertamente, tienen que estudiar, pero no para “competir” sino para crecer como personas.

Y a mí, muchas veces, me sigue costando seguir fomentando mi propia curiosidad. Tal vez una de mis mayores curiosidades sea el conocerme a mí mismo, y no sólo en el sentido en que lo indican los filósofos platónicos.

12 comentarios:

Blogger Unknown ha dicho...

Excelente y estoy de acuerdo contigo Alessandro. La vida no es una loca carrera por llegar a una meta fijada por 'otros' en nuestro subconsciente. No somos sabuesos detrás del hueso del éxito.
Y sí, muchas veces solo nos dedicamos a competir y nos olvidamos del verdadero sentido de la vida.
Cada persona es única, tiene diferentes talentos y aspiraciones entonces no nos podemos comparar con nadie que no seamos nosotros mismos pero en diferentes etapas de nuestra vida.
Saludos
Cecilia

14 de abril de 2009, 10:03  
Blogger rebecca montoya ha dicho...

No hay que llegar primero, sino hay que saber llegar..
Excelente profe..ud es una persona digna de admirar, muy dulce en apariencia y sus palabras lo demuestran...en su caso si vendria decir; todo lo que brilla si es oro
Caminante no hay camino:::: se hace camino al andar

14 de abril de 2009, 17:44  
Blogger noemi ha dicho...

Noemí
Hablar de la vida, es como empezar a pintar un cuadro y decidir ¿Qué color usar? los grises,los cálidos o fríos...al final todos son importantes porque nos muestran las diferentes formas de experimentar esta maravilla que es la vida.¡Estar vivo y realizarse¡es un éxito.

17 de abril de 2009, 21:05  
Blogger Alessandro Caviglia Marconi ha dicho...

Querida Cecilia, gracias por tu comentario a mi reflexión. Es gratificante poder compertir mis pensamientos y que amigos queridos los comenten y los nutran.

Saludos

Alessandro.

17 de abril de 2009, 21:11  
Blogger Alessandro Caviglia Marconi ha dicho...

Estimada Yuliana,

No me queda más que agradecer la alta consideración con la que te expresas sobre mi. La admiración me parece algo muy especial, porque las personas que tenemo grandes flaquezas y oscuridades podemos brillar por momentos a pesar de todo, aún tan sólo por espacios de tiempo muy breves.

Muchas fgracias por tu aprecio.

Alessandro.

17 de abril de 2009, 21:23  
Blogger Alessandro Caviglia Marconi ha dicho...

Estoy completamente de acuendo Noemi, tal vez el único éxito que merece nuestro esfuerzo es el realizarnos como personas, a nuestra manera y de manera subjetiva, personal, como en el arte.

Saludos,

Alessandro.

17 de abril de 2009, 21:27  
Blogger Carmen ha dicho...

Me produces curiosidad Alessandro. Veo que tienes muchas admiradoras y amigas.
¿En qué sentido los filósofos platónicos sugieren que uno se conozca a sí mismo - y que sería distinto al que tú aspiras?
Saludos
Carmen

21 de mayo de 2009, 14:53  
Blogger Alessandro Caviglia Marconi ha dicho...

Estimada Carmen,

Gracias por tu comentario. Para serte sincero, a mi también me produce curiosidad aquella curiosidad que te produzco. Lo que hago en este espacio es simplemente poner algunas reflexiones y cosas literarias y me alegra el que puedan suscitar el interés de algunas personas. Curiosamente, la mayoría de los comentadores son mujeres.

¿Te puedo hacer una pregunta? ¿cómo diste con mi blog?

REspecto a los filósofos platónicos me refería al Sócrates de Platón que indica que hay que conocerse a sí mismo. Lo que sucede con ello es que ese conocerse es más de corte intelectual que afectivo.

5 de junio de 2009, 21:39  
Blogger Kiмely ha dicho...

Genial!!
Lo que Ud. Dice es demasiado cierto y realista, se tiene que estudiar no para “competir” sino para crecer como personas.
Déjenme decirle mi estimado Alessandro que desde mi visión de estudiante y futura profesional, particularmente esta frase me impacto demasiado y de una u otra manera me llevo a la reflexión , ya que muchas veces uno como estudiante lo único que entiende por estudiar es es competir, que significa ganar al otro, olvidándose en sí de la verdadera esencia del porqué se debe ser mejor, y es lo que menciono “estudiar para crecer como personas”…

Desde ya le hago llegar nuevamente mis felicitaciones; sus narraciones tienen una sencillez y claridad perfecta…
Ud. como persona, profesional, amigo y escritor es lo máximo

Éxitos Alessandro Caviglia!! …

8 de junio de 2009, 21:32  
Blogger Alessandro Caviglia Marconi ha dicho...

Estimada Kimely,

Gracias por tus comentarios. Es cierto lo que dices, a veces la universidad hace que confundamos nuestros objetivos y pensemos que hay que vencer al otro, sacar más nota que él; y lo peor de todo es que nos hace creer que así nos sentiremos mejor.

También los profesores nos encontramos en esa misma situación ¿seré mejor que otros profesores?, nos preguntamos a veces -por dentro, obviamente-. Nos olvidamos que también estamos en un proceso de crecimiento como personas y no en una carrera contra los otros.

Eres una persona exelente también tú, estimada Kimely.

8 de junio de 2009, 22:03  
Blogger carmenzavala ha dicho...

Alessandro, encontré esta página buscando tu correo electrónico que se me había extraviadao, y buscaba tu correo porque un alumno me padia que te contactara por un curso. Ya te comento lo demas.
Saludos cordiales
Carmen

11 de junio de 2009, 3:31  
Blogger carmenzavala ha dicho...

El motivo por el cual la mayoría de tus comentaristas son mujeres, es que hablas mucho de emociones y das a conocer el lado humano, sensible y sensual tuyo. Eso atrae al sexo opuesto. Si fueras una mujer escribiendo este blog, probablemente tus comentaristas serian en gran parte hombres.
Me gustó tu último poema, aunque fuese algo triste.
Saludos
Carmen

11 de junio de 2009, 17:28  

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