LA SOLEDAD Y EL CUERPO (PRIMERA PARTE)
La
soledad y la relación con el cuerpo son dos experiencias a la que toda persona
se ve enfrentada. Hay veces en que la
soledad permite establecer una relación con el propio cuerpo y otras en las que
la soledad significa justamente la desconexión con él. Si bien ambas experiencias son dolorosas, la
segunda muestra un desgarro vial
profundo. Pedro Almodóvar, en su película “Hable con ella” explora ambas
relaciones, pero añade un tercer aspecto: la soledad en relación al cuerpo del
otro.
Todas
estas experiencias de soledad se encuentran asociadas a déficits respecto de la
comunicación, los que pueden tener varias causas y naturalezas. A veces se
carece de la práctica de comunicación, y
por lo tanto no se ha adquirido una destreza adecuada para poder relacionarse
con uno mismo y con el otro. Los símbolos no se identifican adecuadamente o no
se manejan de manera suficiente. Otras veces, a una persona se le impone una
situación radicalmente nueva, de manera que el lenguaje al que estaba
acostumbrada pierde su contexto, y debe desarrollar la habilidad para reelaborar
su lenguaje a fin hacer frente a las nuevas circunstancias, pero ello toma su
tiempo por lo exigente de la dificultades que comporta.
En esa
película se examina la relación que dos hombres mantienen con dos mujeres que
se encuentran en una situación particular. Marco se encuentra en una relación
amorosa con Lidia, mientras que Benigno se encuentra enamorado de Alicia. Marco
vive una soledad desesperanzadora, pues su relación con Lidia ya se encontraba
fracturando antes de que ella cayese en estado de coma. Esto hace que ambos
experimenten el coma de Lidia cargando un pasivo anterior, que va a condicionar
de manera poderosa la relación hasta el final. Ese alejamiento previo al estado
de coma se va a profundizar porque Marco no encuentra el lenguaje adecuado para
comunicarse con Lidia. Aunque Benigno le
sugiere comunicarse con ella, diciéndole
“Hable con ella”, Marco alberga la creencia de que ella no puede escucharlo.
De esta
manera, Marco experimenta una profunda soledad que lo lleva a relacionarse con sus
recuerdos: lo vivido con Lidia, y lo vivido por su antigua pareja. Además
decide ir al teatro a presenciar una pieza de ballet moderno en el que una
mujer que se encuentra inmovilizada por un problema corporal es cargada por el
resto de bailarines, como signo de apoyo y tristeza. Dicho espectáculo genera
pena en Marco. Pero, por más de que busque los recursos para enfrentar el coma
de Lidia, no los encuentra, porque ambos ya habían ingresado a las nuevas
circunstancias con un problema de comunicación. De esta manera, cuando se le
sugiere que hable con ella, el cree que eso no será posible porque ella no lo
escuchará, del mismo modo que él no la escuchó el momento los días antes del
accidente.
Esta
creencia impide a Marco hablarle a Libia y contarle las cosas que esá haciendo
y de las personas que ha encontrado. Tampoco le permite a marco establecer
otros modos de comunicación, como el tocar directamente su cuerpo, a fin de
expresarle sus sentimientos a través del contacto físico. Pero ello no
significa que no le esté transmitiendo mensajes a Lidia. Con sus actitudes y
creencias le comunica que cree que no la escuchará por dos motivos: porque su
estado no se lo permite y porque si se lo permitiera, ella no estaría
dispuesta, en el fondo de sí, a escucharla. Lidia parece entender eso, y su
respuesta a ese mensaje se manifiesta en el empeoramiento e su salud.
Etiquetas: ALMODÓVAR, CUERPO, Hable con ella, LENGUAJE COMUNICACIÓN, SOLEDAD
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio