en tus huellas dactilares el silencio habita

en este espacio quiero compartir con todos mis creaciones literarias, que me vienen acompañado varios años

sábado, 7 de octubre de 2023

HABÍA UNA ESTRELLA EN LA NOCHE


 



Una estrella solitaria, en la noche nublada, parecía esperar compañía. Desde mi ventana la miraba atentamente. El tiempo pasaba. Ella se mantenía allí, imperturbable. Entonces parecía que me guiñaba un ojo. ¿Cómo puede ser eso posible? Las estrellas no hacen eso, por más solitarias que se encuentren.¿Acaso tienen ojos para guiños? Para mi sorpresa me pareció que comenzaba a llamarme. ¿Será acaso el susurro del viento? ¿es mi imaginación, fruto del cansancio?

No sé si me quedé dormido y comencé a soñar.El hecho es que de pronto la noche comenzó a levantarme hasta la estrella solitaria en medio de la niebla. El viaje fue corto, frío y sombrío.La luz de la estrella era, con todo, amable.  Mientras más me acercaba, el ambiente era más acogedor, a pesar de todo. A cierta distancia me detuve en mi camino, ¿o fue ella quien lo hizo? En aquél momento pude escuchar su voz como un susurro, auque no podía entender palabra alguna: ¿se quejaba de su soledad? ¿me pedía compañía? ¿sollozaba porque las demás estrellas la dejaban sola?

Pensé que estaba escuchando mal y que de seguro las otras estrellas estaban allí, ocultas por la niebla. Ni siquiera la luna alumbraba esa penunbra extraña. ¿Y, si todo ello era simplemente un sueño? No lo sabbré, pues me dormí al poco tiempo.A la mañana siguiente desperté con un extraño recuerdo. La noche me pareció larga, agitada y triste. Eso fue todo lo que podía pensar. 

1 comentarios:

Blogger Paola ha dicho...

Volver a visitar a la estrella; porque ella comprende que pocos pueden alcanzarla.

10 de octubre de 2023, 6:56  

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