en tus huellas dactilares el silencio habita

en este espacio quiero compartir con todos mis creaciones literarias, que me vienen acompañado varios años

miércoles, 9 de marzo de 2011

Ahora que tu enfermedad va avanzando me he sentado a escribir sobre ti y sobre mí. En este momento duermes en la habitación que era mi cuarto y nuestro departamento parece un hospital.

Hace unos días alguien me dijo que su propio padre le habló con estas palabras: “una cosa maravillosa de un hombre es ver nacer y crecer a sus hijos; pero también resulta ser una cosa muy especial, una contemplación muy particular poder ver cómo nuestros propios padres se van volviendo como niños, hasta que sus corazones se apagan”.

Esto es justamente lo que estoy contemplando poco a poco en ti. Te has ido volviendo paulatinamente un niño indefenso que convoca ternura. En estos tiempos no hay nada que me conmueva más que poder besar tu frente, y verte sonreír cuando tus ojos me reconocen. {ya apenas entiendo tus palabras, pero comprendo tus gestos.

Ni tú, ni yo hemos tenido la experiencia completa que esta persona relataba. Cuándo tu padre murió, ya habías migrado a este país. Por mi parte, yo no tengo hijos a quiénes ver crecer. Sin embargo me considero un “espectador privilegiado” por estar todos los días contigo y ver tan de cerca tu propio proceso. La palabra “espectador” resulta muy pobre en este contexto, pues me encuentro profundamente involucrado con tu situación.

Entre tú y yo no sólo existe la asimetría de que no viste a tu padre agonizar ni yo vi a ningún hijo mío nacer y crecer. Sino también el día de mi accidente intercambiamos roles: casi me vez morir a mí. Pero en esa oportunidad fue diferente: mi accidente y mi posible muerte te tomó por sorpresa. A mí mismo me tomó por sorpresa y el proceso de adaptación a mi nueva situación personal fue muy difícil, como lo fue, de seguro, para ti. Pero entre tu proceso y el mío hay una diferencia que es necesario resaltar: el tuyo es paulatino y el mío fue violento. Es como ver al padre morir de pronto, ya sea por un error en la operación, ya por un paro cardíaco. Otra cosa es ver el proceso de agonía.

Etiquetas: , ,